
Un packaging que propone su producto como un pequeño gran tesoro que podría emerger de los suaves y acolchados campos británicos.
El trabajo es obra de Megan Cummins, recientemente graduada del Savannah College of Art & Design.
La autora define la experiencia de este packaging como limpia y fresca y cuenta que nació de un estudio emocional de branding sobre una persona en particular.
Esta persona es una mujer Inteligente, amante del los tupidos céspedes británicos, apasionada por la literatura clásica y el diseño minimalista. Este es el tipo de producto que le resultaría irresistible.
Fuente: packagingoftheworld